martes, 20 de noviembre de 2007

SINTOMATOLOGÍA

En el cuadro clínico de la triquinosis se distin­gue un período de incubación, que abarca desde el momento de la ingestión de la carne infectada hasta la aparición de los primeros signos; un período de invasión, que corresponde al periodo de reproducción del parásito en el intestino, al de la postura de las larvas y al de la invasión de éstas a todo el or­ganismo, por vía sanguínea; y un periodo de es­tado, producido por el proceso de enquistamiento larval.

- Período de incubación: La sintomatología se presenta de tres a treinta días después de haberse contraído la infección; lo habitual es su aparición entre el octavo y decimoquinto día posteriores al día en que se consumió la comida infectante. Existe un grupo de infectados con pequeñas molestias ("gri­pe"), compatibles con el trabajo diario; otro es asintomático, como se ha demostrado mediante las au­topsias.

- Periodo de invasión: Dos tercios de los enfer­mos presentan un síndrome infeccioso de intensi­dad variable, caracterizado por fiebre y sensación febril, malestar general, cefalea y astenia.
Le siguen, en frecuencia, los síntomas oculopalpebrales , el más importante de los cuales es el edema palpebral, que se caracteriza por ser bilate­ral, simétrico, indoloro, de aparición brusca y de duración variable entre varios días y algunas sema­nas. En ocasiones, el edema compromete toda la cara adoptando un aspecto pseudonefrítico. Un sig­no ocular de alto interés por su constancia es la inyección conjuntival del ángulo externo del ojo. Los enfermos tienen sensación de cuerpo extraño o de arenilla en los ojos. Otras veces hay dolor al movimiento de los globos oculares, debido al com­promiso de los músculos externos de este órgano.
Los síntomas gastrointestinalesno son mas fre­cuentes; según la experiencia, durante este periodo sólo un tercio de los pacientes presenta dolores abdominales difusos y signos de gastro­enteritis (diarrea o constipación).

En resumen, los síntomas y signos de inicio de la enfermedad más destacados son la fiebre, el edema palpebral y la inyección conjuntival.

- Período de estado: En este periodo se acentúa o aparece el síndrome infeccioso, ya que el 95% de los enfermos presenta fiebre y la sintomatología propia de este síndrome. Además, aparecen mialgias, de intensidad variable en el 80%, desencadenadas es­pecialmente con los movimientos (respiración, mas­ticación, deglución, deambulación, etc.); en ocasio­nes, suele haber trismos.
Los síntomas oculopalpebrales son más frecuen­tes (67%) que al inicio de la enfermedad y, ahora, la mitad de los enfermos tiene síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, estado nauseoso y vómitos, constipación y/o diarrea). En los casos de infección por las cepas del Ártico, Trichinella nativa, es muy característica la diarrea profusa y re­belde.
Con alguna frecuencia, suelen presentarse ma­nifestaciones cutáneas, tales como rash escarlatiniforme, dermografismo, prurito, etc., que aparecen y regresan rápidamente.
Complicaciones importantes se producen cuan­do se comprometen el sistema nervioso central y el miocardio. La miocarditis y la encefalitis son cua­dros infrecuentes, que se explican por un grave proceso inmune y no por la acción directa de la t. spiralis sobre esos órganos, ya que el parásito no se enquista ni en el miocardio ni en el sistema nervio­so.

En síntesis, en el período de estado la triquino­sis, los sintonías infecciosos, los oculopalpebrales y las mialgias son los más llamativos desde el punto de vista clínico Si bien es cierto que los síntomas gastrointestinales adquieren jerarquía en este perio­do, siguen ocupando un lugar secundario en cuanto a su frecuencia.

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