- Período de incubación: La sintomatología se presenta de tres a treinta días después de haberse contraído la infección; lo habitual es su aparición entre el octavo y decimoquinto día posteriores al día en que se consumió la comida infectante. Existe un grupo de infectados con pequeñas molestias ("gripe"), compatibles con el trabajo diario; otro es asintomático, como se ha demostrado mediante las autopsias.
- Periodo de invasión: Dos tercios de los enfermos presentan un síndrome infeccioso de intensidad variable, caracterizado por fiebre y sensación febril, malestar general, cefalea y astenia.
Le siguen, en frecuencia, los síntomas oculopalpebrales , el más importante de los cuales es el edema palpebral, que se caracteriza por ser bilateral, simétrico, indoloro, de aparición brusca y de duración variable entre varios días y algunas semanas. En ocasiones, el edema compromete toda la cara adoptando un aspecto pseudonefrítico. Un signo ocular de alto interés por su constancia es la inyección conjuntival del ángulo externo del ojo. Los enfermos tienen sensación de cuerpo extraño o de arenilla en los ojos. Otras veces hay dolor al movimiento de los globos oculares, debido al compromiso de los músculos externos de este órgano.
Los síntomas gastrointestinalesno son mas frecuentes; según la experiencia, durante este periodo sólo un tercio de los pacientes presenta dolores abdominales difusos y signos de gastroenteritis (diarrea o constipación).
En resumen, los síntomas y signos de inicio de la enfermedad más destacados son la fiebre, el edema palpebral y la inyección conjuntival.
- Período de estado: En este periodo se acentúa o aparece el síndrome infeccioso, ya que el 95% de los enfermos presenta fiebre y la sintomatología propia de este síndrome. Además, aparecen mialgias, de intensidad variable en el 80%, desencadenadas especialmente con los movimientos (respiración, masticación, deglución, deambulación, etc.); en ocasiones, suele haber trismos.
Los síntomas oculopalpebrales son más frecuentes (67%) que al inicio de la enfermedad y, ahora, la mitad de los enfermos tiene síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, estado nauseoso y vómitos, constipación y/o diarrea). En los casos de infección por las cepas del Ártico, Trichinella nativa, es muy característica la diarrea profusa y rebelde.
Con alguna frecuencia, suelen presentarse manifestaciones cutáneas, tales como rash escarlatiniforme, dermografismo, prurito, etc., que aparecen y regresan rápidamente.
Complicaciones importantes se producen cuando se comprometen el sistema nervioso central y el miocardio. La miocarditis y la encefalitis son cuadros infrecuentes, que se explican por un grave proceso inmune y no por la acción directa de la t. spiralis sobre esos órganos, ya que el parásito no se enquista ni en el miocardio ni en el sistema nervioso.
En síntesis, en el período de estado la triquinosis, los sintonías infecciosos, los oculopalpebrales y las mialgias son los más llamativos desde el punto de vista clínico Si bien es cierto que los síntomas gastrointestinales adquieren jerarquía en este periodo, siguen ocupando un lugar secundario en cuanto a su frecuencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario